Pobreza en la Capital. REPORTAJE
- Erika Jailyn León Jiménez
- 25 abr 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 may 2019
México es un gran país, con un pasado milenario y una gran riqueza natural y cultura, el mexicano es trabajador, pero en nuestros días México vive una de las mas graves crisis que haya habido en la historia, existe un deterioro constante, económico, político, cultura, seguridad, soberanía, etcétera.
Por ejemplo, los 9 multimillonarios mas ricos de México acumularon en 2011, una fortuna de 124 mil millones de dólares, o sea el 10 % de la riqueza del país, en cambio 60 millones de mexicanos viven por debajo del umbral de la pobreza. A México le urge un cambio, millones de ciudadanos luchan por un cambio en el país, y para lograr alcanzar un destino diferente.
Mucha gente ignora lo que pasa por que piensan que no les afectara lo que pase, pero no toman en cuenta que conocer la situación nos permite realizar un cambio para la sociedad.
Un buen ejemplo es la capital del país en donde el progreso no acaba nunca de llegar, gran parte de la población vive en el limbo de la pobreza pero no llegan al progreso, y toda la sociedad somos parte de la razón por la cual el desarrollo económico, cultural, político entre otros, no surja.
Todas las estrategias de instituciones como el Seguro Popular, Oportunidades, Prospera, han brindado apoyo a los mas vulnerables.
Pero lo que realmente ocurre es muy diferente a lo que prometen, es decir, gran cantidad de personas con problemas de agua, drenaje, luz, e incluso personas que no tienen la posibilidad de contar con una estufa, un refrigerador o una cama digna, no reciben apoyos que se les promete, existen muchas declaraciones de personas que viven en casas de madera, de cartón o de lamina, que demuestran que los apoyos que promete el gobierno, nunca les ha llegado aunque ellos firmen papeles, envíen sus documentos o cualquier otro requisito que les pidan en la institución.
La pobreza en general han sido objeto de grandes debates públicos y de muchos proyectos específicos que buscan aliviarla, en palabras de los mas vulnerables, el cambio no debe empezar con las necesidades insaciables, sino con las básicas y no ofreciendo los mismos objetos o servicios de mayor necesidad sino ofreciendo medios con que producirlos o pagarlos.
Darle a cada cual las posibilidades de hablar con voz propia, seria la única manera de traer de nuevo a la justicia a estos verdaderos hombres y mujeres que no pueden vender ya nada más, ni comprar medios baratos para aumentar su productividad.
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